06 octubre 2011

Stay hungry, stay foolish...

«Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro. No te dejes atrapar por el dogma, que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu propia voz interior. Y, lo más importante, ten el coraje de seguir a tu corazón y a tu intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario» Steve Jobs



04 julio 2011

En sus ojos

Lo vio en sus ojos... Por un instante fue capaz de recordar todos y cada uno de los sueños vividos, como en el anuncio de una película cualquiera de serie B, a modo de flashback, zas! Había sido fácil recuperar por un momento la memoria perdida sumergiéndose en aquellas pupilas. Esas mismas que, ahora veladas por el paso de los años, lo observaban con extrañeza. Esas que lo miraban a diario con cariño y compresión. Las que vigilaban sus movimientos rutinarios y él a menudo olvidaba a quién pertenecían... Las que le habían acompañado en el camino recorrido, siempre cerca, y que una mañana de lluvia habían prometido seguir caminando a su lado durante el resto de su vida. Lo vio en aquella fotografía, en cuyo reverso fechaba «23 de abril de 1946», ese trozo de pasado que había aparecido en el fondo de un cajón y había sobrevivido a cuatro mudanzas y unos cuantos años de penurias. Lo vio en aquellos ojos que destacaban sobre el papel sepia, arrugado y desgastado por el tiempo, que eclipsaban el primer plano y hacían perder importancia al resto de la escena; aquellos que le habían hecho estremecerse como la primera vez que los vio... No lograba recordar dónde ni cuándo, sólo era capaz de revivir la sensación que le causó entonces aquella mirada y se estremeció de nuevo. Con el ceño fruncido y la boca apretada maldijo a su "mala memoria", sacó torpemente su billetera, depositó con cuidado la fotografía en el hueco que ocupaba su DNI, cuya fecha de expedición marcaba ya demasiados años, y volvió a guardarla delicadamente en el bolsillo izquierdo de su camisa. Lo más cerca del corazón, pensó. Miró con ternura a la protagonista de la escena fotográfica que le había devuelto el recuerdo y que ahora se encontraba sentada al otro lado del sofá, agarró su mano, le sonrió, y se prometió a si mismo «No olvidar jamás a quién pertenecía esa mirada a la que tanto había amado y amaba»...«No olvidar jamás a quién pertenecía esa mirada a la que tanto había amado y amaba»... «No olvidar jamás a quién pertenecía esa mirada a la que tanto había amado y amaba»...

15 marzo 2011

Decubrimiento musicovocal...


08 marzo 2011

Ya no

Yo ya no te busco... Y hasta es posible que no quiera encontrarte. Quizá pasaste por mi lado y no me enteré, o tal vez estuviste aquí y no supe verte. En cualquier caso no estás... Y yo, yo ya no te busco. Hubo un tiempo en que creí que eras "él", o "él", e incluso "él", y el tiempo me ha demostrado que seguramente no lo eras. Probablemente andes por ahí, despistado, perdido, renunciando a la posibilidad de encontrarme o acaso pensando en que ya me has encontrado. A lo mejor estás esperando a que sea yo la que venga a buscarte para salvarte; pero esta vez tendrás que espabilar tú, esta vez voy a dejarlo en tus manos, estoy segura de que sabré reconocerte, porque yo... Yo ya no te busco.



18 febrero 2011

If...

14 enero 2011

1, 2, 3 y...



Me tiene totalmente conquistada, entregada, absorta, lo sé. Son más de las dos de la madrugada y, si por mi fuera, me hubiera quedado bailando toda la noche... Pero es que mañana toca trabajar... Trabajar, comer, descansar, aprender, cenar, charlar y, más tarde, practicar; sí, esos son los verbos que definen mi genial rutina de todos los viernes, últimamente. Siempre me ha gustado bailar, pero creo que nunca lo había hecho tanto, tan bien y tan gratamente como hasta ahora. Bailar contigo, contigo también y, especialmente, contigo. Es como... ¿Cómo te lo explicaría yo? Como aquello que cantó Sabina, «es soñar con los pies»... Y es jugar ( jugar por jugar), jugar a que todo va bien y a que nada es tan esencial ni tan sumamente importante como parece, es aparcar los problemas en la puerta, dar portazo a la desgana y pensar sólo en disfrutar, es olvidar todo lo que no vale la pena y recordar que existen otras maneras de aprovechar el tiempo, es creer que lo "peor" ya pasó y comprobar que es fácil volar, si lo intentas; es jugar a dejarse llevar (literalmente), a formar un círculo de dos donde la música es el único eje y absorber el ritmo que se cuela por los oídos y se desparrama por todos los rincones del cuerpo, transformándose inevitablemente en giro, contoneo, vuelta... Que sé yo, fluir sin más. Es volver a casa con una sonrisa, cansada pero animada a seguir (a seguir bailando), sabiendo que hay gente estupenda con la que compartir todo esto; es desear que llegue ya el próximo día, la siguiente tarde, la noche que viene, y poder bailar contigo, contigo también y, sobre todo, contigo...



30 diciembre 2010

Poco que decir... Mucho que escuchar...



04 diciembre 2010

Descubrimento musicovocal (in live)

Tengo hambre y sed. En el baño de señoras había demasiada cola y no me apetecía nada esperar. La gente empieza a hacerse dueña de su espacio vital mientras esperamos a que de comienzo el concierto que, con prisas y sensación de "llegamos tarde", hemos venido a disfrutar. Ya es la hora, se apagan las luces y suenan los primeros acordes: «Estos no son» «Me parece que sí» «Que no, tía, que no, que ese no es el cantante» «ah, espera, esta canción la conozco» «No, es verdad, no son» «¿Cómo se llaman?» «Esooooo, funambulista» «Vaya, no suenan mal» ... En la espera tan gratamente amenizada y entre la muchedumbre que aplaude el último tema (algunos con esperanzas de se larguen ya) escucho atentamente sonar un piano... Y una voz... Y...



Me abstraigo de todo lo que sucede a mi alrededor menos de lo que en forma de música acaricia mis oídos... Esas notas de piano, esa voz desgarradora y esa letra tan (tristemente) brutal, me eclipsan durante no más de cinco minutos; lo suficiente para ponerme, literalmente, la piel de gallina y emocionarme por dentro... Me gusta, me gusta que me sorprendan.

21 noviembre 2010

Sunday Songs

Cuando una carece (temporalmente) de la oportunidad de subirse a un avión, atravesar el Atlántico y plantarse de un tirón en San Francisco, se alegra soberanamente de que existan páginas como YouTube y poder disfrutar desde casa de esto...



Renee Olstead & Barbara Morrison



Renee Olstead - Is You Is Or Is You Ain't My Baby

13 noviembre 2010

Saturday Music

Me encanta empezar un sábado así... Levantarme pasadas las doce, un cafecito en la terraza acompañada de un sol otoñal que hoy luce radiante, nada en qué pensar, y de fondo...





06 noviembre 2010

Sumando...

Cuatro horas de sueño. Una sonrisa al despertar. Dos cafés. Cinco nubes blancas en el cielo acompañando al sol. Tres horas en la peluquería. Cincuenta pasos hasta la puerta de casa. Veinte espaguettis en una olla. Un cigarro después de comer. Treinta minutos de siesta. Diez delante del ordenador. Seis respiraciones profundas. Y...


04 noviembre 2010

Descubrimiento musicovocal...





---> Hallo <---


02 noviembre 2010

Vale... Y ahora al revés!



26 octubre 2010

Toque de atención


¡Eh, tú! Sí, sí, tú, el de ahí abajo. ¡Quieres dejar ya de hacer el tonto! Que si ahora «sí», que si ahora «no», que si «ay, qué malito estoy». Siempre la misma cantinela. Mira que yo soy complicada y, lo reconozco, hasta cansina y rebuscada; pero es que tú, tú estás siempre con lo mismo. La misma historia una y otra vez, una y otra vez. Está claro que no aprenderás nunca. Te dicen «déjate llevar» y te das de bruces contra la misma farola... ¡Plof! ¡ay! ¡uy! ¡buaaaaaah! (pobrecito). Ya, ya sé que yo no te ayudo mucho, que te complico un poco la existencia y que no te dejo volar; pero lo hago con la mejor de mis intenciones y mi único propósito es ayudarte; ver lo que tú, ciego de nacimiento y espíritu, no eres capaz de ver... Lo he intentado de todas las maneras, pero es que, tíooooo, ¡mira que me has salido cabezota! (que bueno que sea yo la diga esto ¿no?); te enterneces, te aceleras, te embobas, y al final acabas haciendo lo primero que se te cruza y a mi que me den; luego me vienes llorando pretendiendo que sea yo la que arregle el desaguisado y lo ponga todo en orden. Que sí, que sí, que sé que es difícil que nos pongamos de acuerdo, que yo también soy un pelín complicada y le doy la vuelta a todo; pero me reconocerás que cuando lo hacemos, cuando conseguimos estar a la par... Mmmmmm, ¡es una maravilla! ¿No crees que ambos deberíamos ser más razonables? (no se si esto en tu caso es viable). Quizás si los dos ponemos de nuestra parte es posible que lo consigamos, ¿no crees? Vale, sí, te lo prometo por mis queridas neuronas, yo intentaré ser menos rayante, más conciliadora y te dejaré hacer (espero no arrepentirme de lo que acabo de decir); pero, vamos a ver, ahora escucha atentamente y déjame que, en esta ocasión, sea yo la que diga la última palabra, seré escueta y concisa, a ver si así lo entiendes de una vez... ¡¡¡ESPABILA!!!

[ le dijo la mente al corazón ]

23 octubre 2010

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