29 abril 2008

Melody Gardot

Melody Gardot, nacida en Philadelphia hace 22 años, es uno de mis últimos descubrimientos musicovocales. Iba a escribir un texto de mi propia cosecha, pero prefiero dejaros una reseña encontrada en un blog que también vale la pena visitar: vivejazz.blogspot.com

«Después de un gravísimo accidente de carretera, en el que su bicicleta fué arrollada por un automóvil, dejándole numerosas secuelas, su doctor le recomendó la música como terapia adecuada. Es en este momento de su vida cuando ella empieza a componer y grabar en una pequeña mesa de mezclas portátil que tenía junto a su cama: era la manera de poder recuperar la pérdida de memoria que se había producido tras el accidente. Seis de las canciones que compuso en su rehabilitación, se incluyen en un EP titulado "Some Lessons: The Bedrom Sessions", precedente de su debut discográfico "Worrisome Heart". Melody actúa en Philadelphia todos los fines de semana haciendo cuatro horas por sesión y en sus conciertos, además de sus propios temas, interpreta canciones de The Mamas & The Papas, Duke Ellington o Radiohead. En su música se entrelazan elementos del jazz, blues y música folk y su disco parece el "lugar" en que Billie Holiday "conoce" a Tom Waitts con temas que hacen recordar desde la sofisticación de Cole Porter a la "primera" Rickie Le Jones.»

A mi parecer es la combinación perfecta entre: Norah Jones, Diana Krall, Madelaine Peyroux y Eva Cassidy (por ejemplo). Pues eso, sólo falta escucharla. A mi me tiene totalmente enganchada:





24 abril 2008

Hoy te he buscado...


Un segundo después de abrir los ojos tras el primer aviso del despertador, en el reflejo de mi cara dormida contra el espejo, en el agua fría que me ha sobresaltado en la ducha, te he buscado. Diez minutos más tarde, al deshacer dos cucharadas de azúcar en el café, y pasada media hora, acompañando los pasos que me han llevado hasta el coche, te he buscado. En el rojo de los semáforos, en las voces de la radio que amenizan el trayecto de camino al trabajo, en el lento camión que no he sido capaz de adelantar y en los cinco segundos que permanezco sentada sin más después de aparcar, te he buscado. En cada canción escuchada a lo largo del día, en los suspiros contenidos, en los textos corregidos de libros que nunca leeré y al mirar cien veces por la ventana, te he buscado. En las hojas de los árboles que se cruzaban en el camino de vuelta a casa, en los rayos de sol que atravesaban el parabrisas cegándome los ojos, en el asfalto mojado tras una leve lluvia, en cada uno de los transeúntes que caminaban por las aceras con una rosa entre sus manos y en las páginas encuadernadas expuestas en los escaparates, te he buscado. Hoy no había nubes en el cielo, de esas de los simpson que seguramente hubieran dibujado tu rostro. Hoy estabas tan lejos y tan cerca, que evitando la posibilidad de encontrarte... Te he buscado.



23 abril 2008

23 abril


Dóna'm la mà que anirem per la riba
ben a la vora del mar bategant,
tindrem la mida de totes les coses
només en dir-nos que ens seguim amant.

Les barques llunyes i les de la sorra
prendran un aire fidel i discret,
no ens miraran;
miraran noves rutes
amb l'esguard lent del copsador distret.

Dóna'm la mà i arrecera la galta
sobre el meu pit, i no temis ningú.
I les palmeres ens donaran ombra.
I les gavines sota el sol que lluu
ens portaran la salabror que amara,
a l'amor, tota cosa prop del mar:
i jo, aleshores, besaré ta galta;
i la besada ens durà el joc d'amar.

Dóna'm la mà que anirem per la riba
ben a la vora del mar bategant,
tindrem la mida de totes les coses
només en dir-nos que ens seguim amant.


[ Joan Salvat-Papasseit ]


¡¡¡FELIÇ SANT JORDI y BONA DIADA!!!

12 abril 2008

TQ

La tarde que prometía sol se ha tornado extraña. Cuatro gotas de lluvia anuncian una tormenta que seguramente será insuficiente.
El perro de la casa de a lado está callado. Sólo se escucha silencio. Silencio, respiración y tus latidos al apoyar mi cabeza sobre tu hombro izquierdo. Rota la distancia prometida, a dos centímetros de tu boca, dos palabras sorprenden a mis oídos, esas mismas que minutos antes descifraban mis ojos al pronunciarlas tu mirada... De nuevo silencio.
Sonríes. Sonrío. Ahora es mi diástole la que apremia.
Cuando el sentimiento es real no necesita de logopedas el corazón.

Imposible dormir... Yo sólo quiero...


[ Rebeca Jiménez ] (gracias teresa)

07 abril 2008

Buenas tardes joven...


[Paula paseaba por el parque que hacía una semana el ayuntamiento había terminado de "construir" junto al edificio donde había decidido empezar a vivir su "nueva vida". Paseaba sin prestar mucha atención a lo que sucedía a su alrededor, paseaba por ese entorno que había soñado idílico y que ahora le resultaba indiferente, paseaba... Sólo paseaba. A Paula le gustaba andar sin rumbo, aunque eso ahora significara dar vueltas sobre aquella circunferencia vegetal recién inaugurada. Ni siquiera lograba percibir el olor de la mimosa plantada en la esquina derecha, junto a un plantel de margaritas recién florecidas, y que, en otras circunstancias, hubiera aspirado mientras en su memoria se hacinaban recuerdos de su infancia. Los sonidos que otras veces hubieran llamado su atención, ensordecían al acercarse a su oído ausente de la necesidad de esa musicalidad cotidiana que tanto le gustaba apreciar. Dejó pasar por delante de sus pies una pelota que rodó hasta la carretera y decidió sentarse en el banco que quedaba a su izquierda. La mujer de negro que estaba sentada en el otro extremo le dio confianza, le recordaba a su abuela]

— Buenas tardes.

[Masculló Paula sin mucho interés en recibir respuestas alguna]

— Buenas tardes joven.

[Respondió la abuela sonriendo contenta como quien abre la puerta de su casa a una visita esperada... Aún cuando su mirada reflejaba una profunda tristeza. A Paula le sorprendió la manera en que la anciana derrochaba alegría en forma de sonrisa a una desconocida.]

— ¿Se encuentra usted bien?

[le preguntó Paula]

— Perfectamente. ¿Por qué?

[contestó ella, con aquella sonrisa que no cesaba]

— Por nada. Me extrañó su expresión. Pensé que quizás le ocurría a usted algo... Aquí, sentada sola, sonriendo de esa manera a desconocidos... Así, sin más.

— Ayer murió mi marido...

[seguía sonriendo]

— Vaya, lo siento...

[Paula no supo qué decir, nunca sabía qué decir en esas circunstancias... No conocía a esa mujer, no conocía a su marido, ¿porqué tendría que sentirlo? Miró hacia el frente y dejó pasar unos minutos... Luego preguntó]

— ¿No lo quería? ... No la observo a usted muy triste.

[La "interrogó" con expresión perpleja, obviando lo que evidenciaba su mirada. Ella volvió a sonreir, esta vez con más fuerza... Y contestó a su pregunta, obviando lo impertinente de su observación]

— Con locura... Lo amé durante los cincuenta y dos años que estuvimos juntos... Y creo que no dejaré de hacerlo el tiempo que me resta por vivir. ¿Sabe joven? Siempre me hacía reir... Y sonreir... Prometí no dejar de hacerlo si algún día me faltaba... Creo que es el mejor homenaje que se le puede hacer a alguien a quien has querido, alguien que ha acompañado tu vida y que, además, ha conseguido hacértela feliz... Hacerte feliz. Si se puede llorar de alegría, también se puede sonreir de tristeza ¿no crees?

[Paula no respondió... Ahora sí "lo sentía". Se levantó, abrazó a aquella mujer desconocida que le recordaba a su abuela y desanduvo el camino hacia su "nueva casa", esa en la que había decidido vivir su "nueva vida"... SONRIENDO, escuchando, aspirando los aromas florales que se cruzaban en el hueco entre su sonrisa y sus (todavía) ojos tristes.]

05 abril 2008

Después de la noche... El día


Busco respuestas entre unas sábanas
gastadas de tanto pensar
Sobre la almohada las palabras
son más fáciles de pronunciar
Me miento en sueños mientras
la mañana se cuela por la persiana
Y el colchón ensordece cansado
de escuchar tanto lamento

Después de la noche... El día
Y después otro anochecer
Me viste de nuevo el pijama
que me desnudaste ayer
Cinco razones sobre los párpados
resistiéndose a dormir
Y un vaso de agua en la mesita
por si volviera de nuevo la sed

Después de la noche... El día
¿Y después?




02 abril 2008

Renunciar...

(Del lat. renuntiāre).

1. tr. Hacer dejación voluntaria, dimisión o apartamiento de algo que se tiene, o se puede tener.
2. tr. Desistir de algún empeño o proyecto.
3. tr. Privarse o prescindir de algo o de alguien.