04 julio 2011

En sus ojos

Lo vio en sus ojos... Por un instante fue capaz de recordar todos y cada uno de los sueños vividos, como en el anuncio de una película cualquiera de serie B, a modo de flashback, zas! Había sido fácil recuperar por un momento la memoria perdida sumergiéndose en aquellas pupilas. Esas mismas que, ahora veladas por el paso de los años, lo observaban con extrañeza. Esas que lo miraban a diario con cariño y compresión. Las que vigilaban sus movimientos rutinarios y él a menudo olvidaba a quién pertenecían... Las que le habían acompañado en el camino recorrido, siempre cerca, y que una mañana de lluvia habían prometido seguir caminando a su lado durante el resto de su vida. Lo vio en aquella fotografía, en cuyo reverso fechaba «23 de abril de 1946», ese trozo de pasado que había aparecido en el fondo de un cajón y había sobrevivido a cuatro mudanzas y unos cuantos años de penurias. Lo vio en aquellos ojos que destacaban sobre el papel sepia, arrugado y desgastado por el tiempo, que eclipsaban el primer plano y hacían perder importancia al resto de la escena; aquellos que le habían hecho estremecerse como la primera vez que los vio... No lograba recordar dónde ni cuándo, sólo era capaz de revivir la sensación que le causó entonces aquella mirada y se estremeció de nuevo. Con el ceño fruncido y la boca apretada maldijo a su "mala memoria", sacó torpemente su billetera, depositó con cuidado la fotografía en el hueco que ocupaba su DNI, cuya fecha de expedición marcaba ya demasiados años, y volvió a guardarla delicadamente en el bolsillo izquierdo de su camisa. Lo más cerca del corazón, pensó. Miró con ternura a la protagonista de la escena fotográfica que le había devuelto el recuerdo y que ahora se encontraba sentada al otro lado del sofá, agarró su mano, le sonrió, y se prometió a si mismo «No olvidar jamás a quién pertenecía esa mirada a la que tanto había amado y amaba»...«No olvidar jamás a quién pertenecía esa mirada a la que tanto había amado y amaba»... «No olvidar jamás a quién pertenecía esa mirada a la que tanto había amado y amaba»...