19 junio 2006

Cronica de un fin de semana "perfecto" (I)

Se hace difícil expresar en palabras escritas (y hasta en gestos) todas las emociones vividas en un fin de semana "perfecto"... Uno de esos que no se olvidan y permanecen anclados en la sección "Cosas para recordar" del archivo malordenado de mi memoria.

Pero como se lo prometí a alguien (y yo lo que prometo lo cumplo)... ahí voy:

"Eraaaaaan las dos menos cuarto"... y me apresuraba nerviosa a acabar el último de los capítulos de un libro a medio montar para poder salir antes del trabajo (previo consentimiento del jefe) y dirigirme un poco nerviosa a la Estación de Sants. Al llegar, cinco minutos de espera (en la salidad equivodada, para no variar) y cuatro madrileños, cansados del largo viaje, asoman por las escaleras su entusiasmo de pisar por fin el suelo de una tierra que les emociona y donde ni la humedad del ambiente es capaz de desdibujar la sonrisa en sus bocas y la ilusión en sus ojos.

Bea, Miguel, Ana y Laura, acompañados por mi persona y el "ronroneo" de mi viejo diesel, conocen el extrarradio de una Barcelona un poco apagada por la sombra de unos nubarrones y un calor que aplasta al más espabilado. "Propera parada... Castellbisbal". Asentamiento, merienda, charla, relax, suenan dos guitarras (mmmm!), duchas, todos guapos... Destino: CUBELLES.

El sitio es ideal, dos pasos y una playa. Sería la "óstia" si el escenario estuviera montado en la terraza que preside el local... pero como esto es "Peor para el sol" toca tocar dentro. El lugar es acogedor: un bar musical relativamente nuevo, con música ambiental y unos cuantos afiliados apostados en la barra prendiendo su cerveza y algún que otro cubata. Bea (ahora ya Tiza) y Miguel (ahora además Domingo) llevan a cabo su meticulosa prueba de sonido (ellos se lo guisan, ellos se lo comen)... y yo mientras tanto disfruto complacida de algo que nunca había tenido la oportunidad de ver.

Las 23:20 h (creo recordar, mala memoria la mia), dos sobre un escenario en forma de media luna, un taburete, un micrófono y dos guitarras... para la música, silencio (casi), Tiza esgrime una sonrisa y emocionada (se nota en sus ojos) se presenta y saluda al personal... empieza el espectáculo!

Y en este punto de mi "relato" es donde siento expresamente la necesidad de que Anita hubiera estado allí (no por falta de ganas de ella, lo se... ni por las mías, ya que, además de que ella sabe que me hubiera encantado, le debo un paseo por El Corte Inglés de Pz. Catalunya) y poder así traspasarle el "testigo" con el que sólo ella es capaz de relatar con la precisión y emoción justa cualquier concierto de Tiza.

Porque yo no entiendo mucho (o nada) de acordes, ni de punteos, ni de cejillas que poner o quitar... ni siquiera recuerdo el orden de las canciones y seguro que si las enumerara me olvidaba de alguna... Sólo se de emociones, que es lo que me hace sentir la música que traspasa contundente mis oídos... y Tiza me emocionó... Porque ella, acompañada siempre por Miguel Domingo, sabe cómo hacerlo. El conjunto roza la perfección de quien quiere construir un espacio con el que atraer a los presentes; los cimientos están bien anclados; y entre los que esta noche han atrevido traspasar la puerta del local, con la simple intención de pasar un buen rato, suenan algunas risas y alguna que otra conversación fuera de lugar... pero ella consigue atraer su atención y se mete a unos cuantos (incluso me atrevería a afirmar que a todos) en el bolsillo de su falda negra divertidamente conjuntada con unas zapatillas de color naranja.

Reset en mi memoria: llega Cris (me encantó conocerte) la de Tarragona y me pregunta preocupada si ha cantado ya "te robaría un beso". Todavía no. Alivio. Más tarde observé su cara complacida y emocionada cuando Tiza entonó la canción que ella esperaba escuchar esa noche. Un simpático fotógrafo (Adolfo, al que yo conocía en palabras pero no en persona) les hace un book fotográfico a base de "flashazos" llevado por la emoción del momento (bonitas fotos, por cierto). Una petición y un cumpleaños feliz cantado junto a la homenajeada, que no se corta y sonríe encantada. Tiza hace subir a Meritxell al pequeño escenario después de varios "noses" que no consiguen su objetivo... y la pelirroja nos deleita entre sonrisas con su "puta hippie" (ay cariño, se me va la ollaaaaaaaa) con esa bonita voz cálida y diferente que la caracteriza. Me gusta esa canción.

Y fin de fiesta (uf, creo que me he enrrollado demasiado, no?)... Terraza, paseo por la "playa", la Luna (ooooh!)... coche, carretera, manta y a dormir!

Cuando reposo mi cuerpo sobre la cama, cansado a estas horas por el ajetreo del día, al cerrar los ojos esbozo una sonrisa: Mañana más... creo que al día siguiente me desperté con el mismo gesto en mi boca maquillando mi cara medio dormida.



Te lo cuento con música: Si viene el olvido - Tiza


Estado: emocionada / Resultado: alegría

2 Comments:

At 12:17 a. m., Blogger belga_seg said...

las gracias no se me acaban... así que GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS :) por contarlo tan bien... a la próxima no falto. Prepara la playa jejeje
muak!

 
At 2:42 p. m., Blogger Kiukara said...

GRACIAS a ti por animarme... me he explimido las neuronas, jeje! (ke ya me va bien, ke últimamente toi mu vaga yo)

La playa te espera... cuando tú quieras, eeeh!

Qué tal celebrar ke has aprobado todo? eh?


Besiku bixo! ;-)

 

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