Despertar...

La noche se resiste a finalizar su jornada laboral y dos estrellas se despistan en el claroscuro del amanecer. La leve luz que madruga esta mañana, recorre tu rostro iluminando levemente el perfil de tu cara: la boca entreabiera, los ojos cerrados... Todo en silencio. Tiemblan tus párpados sobre tus pupilas ajenas a mi despertar. En dos metros cuadrados el aire se espesa sobre tu cuerpo desgarbado entre sábanas añil. Duermes como lo haría un niño que apura cinco minutos al despertador en un día de colegio. En la otra mitad, en tu lado izquierdo, a diez centímetros de ti, me vacío de sonrisas mientras imagino el color de tus sueños. Canto sin voz mi canción favorita acompañando el ritmo de tu respiración, que susurra en notas de aire la melodía que quiero escuchar. Absorbo la tranquilidad que desprendes y te observo. No hay mejor paisaje donde perder la mirada que el que dibuja tu silueta dormida. No existe mejor lugar donde refugiarse. Suenan voces en el ascensor tras la pared que ayer nos vio "renacer". El calor empieza a colarse entre las rendijas de la persiana. Hoy es más fácil sentirse feliz... Hoy no lloverá.
Y yo sólo quiero volver a... Despertarme contigo