Dos extremos

Vamos caminando, en paralelo... dos extremos... en ese espacio, a veces silencio, y en el tiempo algún que otro encuentro. Hacen falta sólo cuatro letras: H-O-L-A... como una contraseña, una llave maestra con la que entrar en cualquier rincón de mi cuerpo y de mi mente. Abro la puerta, reacciono y vuelvo a caer. Y al volver siento de nuevo, y me revuelvo, y me da miedo sentir que siento. Porque él sabe cómo, cuándo y dónde; y a mi sólo me deja el por qué. Esta vez advertí en su mirada el asomo travieso de un posible quizás. Un tal vez a contracorriente entre las ganas de amar y el deseo de no implicarse. Gira la ruleta: hagan sus apuestas. No va más.
Ayer hablé con ella. "Ha vuelto a caer en la trampa", piensa, lo noté en su voz y lo imaginé en su cara. Pero ella no dice nada, sólo espera que algún día sea completamente feliz. Cree que estoy equivocada... y yo se que me equivoco, lo se porque me conozco. Nadie como yo lo sabe... y nadie como yo es capaz de ver así su sonrisa, la chispa en sus ojos, el calor de su boca, la fuerza de su abrazo, el quiebro en su voz cuando me alejo, la melodía en sus letras cuando me canta...
Dos extremos, un encuentro, nada que esperar. Pero es que... es tan hermoso cuándo sucede!


«Me robas todas mis sonrisas con un hola, abusas de mis horas cuando sabes que no puedo darte más. Y me da igual, me da igual...»

[ No se lo que me pasa - Tiza ]



Te lo cuento con música: Siempre me quedará - Bebe


Estado: confusa / Resultado: impaciencia