Do... Re... Mi...

Eres cada una de las seis cuerdas que afinan la perspectiva,
la forma de sentirme viva,
en cualquiera de los momentos en los que estás

Déjame ser esa nota que completa tu melodía,
la banda sonora en la que cada día,
tú y yo necesitemos menos para sentirnos más

Acaríciame suavemente como a la madera contorneada,
piénsame en forma de balada,
bésame las dudas y pon música a todo lo demás

DO-mestícame, RE-confórtame, MÍ-mame...
FAbrícame SOLamente LA SIlueta DOrmida,
que no hay mejor guarida, que el redoble de tu piel

Eres la quinta línea que dibuja mi pentagrama,
la clave de sol descansando en mi cama,
silencio en mi alma cuando cierras la puerta y te vas

Déjame ser el mástil sobre el que marcar tus acordes,
armonizemos en uno nuestros nombres,
no importe el "tempo" si bailamos al mismo compás

Susúrrame cada "tequiero" en forma de canción,
ponle un estribillo a mi corazón,
sintonizando en mi mirada sin volver la vista atrás

DO-mestícame, RE-confórtame, MÍ-mame...

sms

En algún momento nos falló el lenguaje,
el verbo en forma de mensaje,
la absurda sopa de letras
que no engrasa este engranaje.

No supimos completar el crucigrama,
en que las verticales desúnen la amalgama
de horizontales resueltas en mi cama,
pasatiempo ideal del que amando no ama.

Descubrimos que le faltaba una pieza,
a este puzzle sin pies ni cabeza,
a un sin ser hastiado de incerteza,
que sin querer quererlo más nos aleja.

Yo te toco un blues, tú me bailas una jota,
mala copla que me agota, chiste fácil de chirigota.

Tal vez elegimos la palabra equivocada,
o el diccionario no dio la respuesta acertada,
la frase de quien no siente nada
formando una prosa inutil desletrada.

Ahora mi voz se congela en la nevera,
sintiéndose muda para tu ceguera,
dualizando según la manera
en que tus palabras acusan mi sordera.

Tuvo el destino un mal pensamiento,
quizás venció el sueño en el justo momento,
dio una patada a cualquier sentimiento,
y todo lo posible mandó a tomar viento.

Yo te toco un blues, tú me bailas una jota,
mala copla que me agota, chiste fácil de chirigota.

Me da vértigo pensar pensarte,
la cuerda se rompió de tu lado,
dio un giro de noventa grados,
colocándose en el costado
de quien sin perder, nada ha ganado.

Tu y yo somos los culpables,
de este circo de pasiones incontrolables,
de "tequieros" innombrables...
con razones cuestionables.

Un... Dos... Tres...

Fuera oscuridad en silencio... Dentro una bombilla encendida colgando del techo... Debajo un cuerpo desnudo estirado boca arriba sobre una cama fría. Nada en que soñar. Ha fijado la mirada durante cinco largos minutos y ha pestañeado cincuenta-i-siete veces. La luz le ciega, pero mantiene la vista sobre la bombilla. Puede controlar a sus pupilas y bajar los párpados cuando le venga en gana, cuando decida dejar de mirar, cuando el hecho de observar un objeto luminiscente suspendido del techo le parezca algo totalmente absurdo. Nadie más que ella puede hacerlo; eso da sentido a una simple gran parte de lo que es. Disfrutando de estas pequeñas secuencias de su vida es cuando se siente realmente libre... y tiene todo en que pensar. Se niega a dejar de ser y, sin embargo, le consume la incertidumbre de seguir siendo. Ahora contiene la respiración durante un minuto manteniendo los ojos en su postura inicial. Exhala el último oxígeno contenido en sus pulmones y vuelve a alimentarlos normalmente. Sonríe celebrando su triunfo... Eso también es capaz de controlarlo.