Tu boca...

Parte de ti que me parte...
Que me parte y me reparte
en dos mitades que sin ti no son.
Una cautiva de tus besos,
la otra rehén de tu voz.

Y las dos,
ambas sin poder ni decisión,
sin juicio, perjuicio, ni orientación,
se pierden entre tus huesos,
refugiadas entre tus huecos esos,
esos que espantan a mis dudas
y a tus ojos dan la razón.

Dos partes que ya son parte
de lo que tú quieras dibujar,
con tus palabras cerca de mi oído,
con tus dientes alrededor de mi ombligo.
Que si coloreas con el pincel
de tu lengua mis sentidos,
yo me abstraigo, yo me enmarco,
yo me pierdo...

Yo me pierdo en tu boca.