10 diciembre 2007

De alturas y fondos


Paula observa la punta de sus pies y un escalofrío le recorre desde la primera a la última vértebra de su espalda. Nunca le gustaron las alturas... No ese tipo de alturas que ofrecen la posibilidad de caer.
A Paula no le gusta el verbo "caer". Ahora se encuentra ahí, a 12 kilómetros de casa y a 8 metros verticales de la seguridad que proporciona pisar suelo firme. Piensa en la diferencia entre dar un salto hacia delante o recular dos pasos hacia atrás. A Paula no le gusta el verbo "recular". Piensa... Piensa... Piensa... Siempre piensa demasiado. Maldice el momento en que alguien le propuso la idea. ¿Qué necesidad tenía ella de poner a prueba sus miedos? Nunca antes necesitó ponerse a prueba. ¿Qué podía proporcionarle a su vida la simple intención de "caer"? Ella vivía feliz en su mundo irreal de "no miedos", su burbuja imaginaria de seguridad, su día a día provisto de rutinas rutinarias. Se siente ridícula a un salto de lanzarse hacia el fondo y rebotar. A Paula no le gusta la palabra "fondo". Deja siempre un dedo de yogurt en el botecito para no ver el final, el fondo, aún cuando el yogurt es uno de sus alimentos favoritos. Cree que a veces hay que sacrificar parte de lo que uno ansía para no darse de bruces con lo que uno no desea. Y ella no desea ver el fondo, el final, del botecito. Ahora se encuentra ahí, a 12 kilómetros de casa y a 8 metros verticales de un "fondo" que metaforiza todas sus inseguridades... Con una cuerda elástica atada a los tobillos y una difícil decisión que tomar. Quizás alguien sea capaz de escuchar sus pensamientos y le haga el favor de propinarle un empujoncito. Eso sí sería una buena idea... Eso sería lo más fácil... Eso la convertiría en una "mísera cobarde". A Paula no le gusta la palabra "cobarde". Así que cierra los ojos, extiende las manos, repira profundamente, cuenta hasta diez... y decide... No saltar.

Hoy no es un buen día para "saltar"... Mañana seguirá ahí el puente... Siempre habrá cuerdas que atar a los tobillos... Metros verticales sobre los que caer... Alguien dispuesto a empujar... Y, seguramente, el fondo de un botecito de yogurt al que llegar.

5 Comments:

At 1:29 p. m., Blogger belga_seg said...

uooooooooooooooooooooooooooooo qué bueno el texto, kiu!!!! me encanta! es una mezcla entre jeunet, la chica del puente y la palo... me encanta :). Yo creo que soy un poco Paula, siempre dejo un poquito de yogurt... qué bueno!
un besito!

 
At 2:02 a. m., Blogger Kiukara said...

Lo has clavao! ;-)

Es un halago que me digas esas cositas y que te haya gustado :-)



besicus xula!

 
At 5:49 p. m., Blogger Unknown said...

wenaaaas.rodando por esto q se llama internet he acabado aki y he leido tu textito.Me ha encantado,de verdad.Creo q esta super bien escrito y q relata una situacion familiar para muchos de nosotros.Sinceramente, me parece un cuentazo.un abrazo grandee

CHECHU--Madrid

 
At 7:43 p. m., Blogger Unknown said...

Muy, muy bonito,me pregunto quien sera en realidad Paula......




Un beso
Victor

 
At 8:32 p. m., Blogger Kiukara said...

;-) gracias!

Paula podría ser... cualquiera... :-)

 

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