Vestida de domingo...
Foto extraída de la red
Un domingo más me despierto jugando al escondite con el despertador. Ya se apagó la noche y el sol se da de bruces contra los cristales salpicados por las huellas de gotas de lluvia aún pendientes de limpiar. Desmonto el absurdo de los últimos minutos de sueño y, bostezando la última sonrisa que me hizo estremecer en mi fantasía REM, salto sin muchas fuerzas a conquistar el nuevo día. Demasiadas ideas absurdas vertidas en conversación sobre la mesa en la víspera y alguna copa de más, aumentan la intensidad de mis pensamientos en forma de resaca emocional. Nada y todo en que pensar.
Con el primer café de la mañana en la mano izquierda y un tazón de posibilidades en la derecha, aplasto la nariz contra el cristal de la terraza. La dama de noche se luce en su maceta presumiendo de que resistió al envite gélido del invierno sin el cariño que le prometí y el resto de plantas se compincha exhibiéndome sus ramas secas sin cortar, recordándome la poca atención que les dedico últimamente. El suelo me hace un guiño para que recoja de su lomo las últimas hojas caídas y la lavadora chirría en centrifugado menor advirtiéndome que hoy hay trabajo que realizar. Un pajarillo aguanta el equilibrio sobre la barandilla, mientras canturrea tranquilo, sin advertir mi presencia, antes de echar a volar... Aaaaaah, volaaaaaaaaaar!
"Vestida de domingo en zapatillas y pijama" decido dejarlo todo para después, para mañana, para el próximo martes quizás... Mejor salgo a pasear... Hoy el sol brilla invitándome a salir, a vivir un domingo más, con todo y nada en que pensar.
Un domingo más me despierto jugando al escondite con el despertador. Ya se apagó la noche y el sol se da de bruces contra los cristales salpicados por las huellas de gotas de lluvia aún pendientes de limpiar. Desmonto el absurdo de los últimos minutos de sueño y, bostezando la última sonrisa que me hizo estremecer en mi fantasía REM, salto sin muchas fuerzas a conquistar el nuevo día. Demasiadas ideas absurdas vertidas en conversación sobre la mesa en la víspera y alguna copa de más, aumentan la intensidad de mis pensamientos en forma de resaca emocional. Nada y todo en que pensar.
Con el primer café de la mañana en la mano izquierda y un tazón de posibilidades en la derecha, aplasto la nariz contra el cristal de la terraza. La dama de noche se luce en su maceta presumiendo de que resistió al envite gélido del invierno sin el cariño que le prometí y el resto de plantas se compincha exhibiéndome sus ramas secas sin cortar, recordándome la poca atención que les dedico últimamente. El suelo me hace un guiño para que recoja de su lomo las últimas hojas caídas y la lavadora chirría en centrifugado menor advirtiéndome que hoy hay trabajo que realizar. Un pajarillo aguanta el equilibrio sobre la barandilla, mientras canturrea tranquilo, sin advertir mi presencia, antes de echar a volar... Aaaaaah, volaaaaaaaaaar!
"Vestida de domingo en zapatillas y pijama" decido dejarlo todo para después, para mañana, para el próximo martes quizás... Mejor salgo a pasear... Hoy el sol brilla invitándome a salir, a vivir un domingo más, con todo y nada en que pensar.
2 Comments:
"Vestida de domingo en zapatillas y pijama" Ahhhh ¿Quién no sueña con tener un espectro de domingo asi???
Saludos
Nena, me ha encntado este texto, estos pensamientos.. como lo describes todo, (te he visto como si estuvieras a mi lado)
La cancion.. ufff buena..si
La foto.. telita! ajajaja
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